Nostálgicos del
absurdo
El gobierno está dispuesto a devolver la
actividad a algunas de las empresas que, por diversas causas, fueron
oportunamente nacionalizadas. El anuncio de este propósito ha dado motivo a que
comenzaran a circular los más contradictorios rumores sobre el alcance que
tendría la medida. Eso era de esperar. Pero sucede que muchos de los rumores
son, en realidad, expresión de puntos de vista que se relacionan con planteos
fundamentales sobre la estructura del Estado y de la economía argentinos.
John William Cooke en prensa de frente, década de finales de los cincuenta.
Argentina es un país
escrito psicológicamente por el novelista austríaco Sacher Masoch, nacido en
1836 y creador de la novela La
Venus en Tapado de piel, en combinación con esa patología
dependiente y la patología dependiente del Síndrome de Estocolmo, completa su
moral religiosa de que el sufrimiento es el disfrute de pagar culpas
generacionales para los nacidos esclavos por adopción moral. Es decir, el que
disfruta en la relación disfruta del sufrimiento ajeno y el que sufre lo hace
como quien se pone un Silicio ante un Diós torturador y abandónico. Esa
patología moral atraviesa a la
Nación. La liberación de un espíritu del disfrute haría odiar
al opresor y amar la libertad, pero un país que es incapaz de distinguir
compañeros de enemigos no puede más que traicionar a quines impulsamos una
contracultura. La decantación de un fetichismo nacional que simboliza lo que no
practica demuestra la sublimación de la soberanía sobre el territorio, sobre
las economías regionales y sobre el propio cuerpo nacional irrespetado. La
argentina está pensada en precios y no en valoraciones, por eso en los medios
hay tanta porquería y tan poca calidad argumental y superficial nivel de
análisis.
Yo cometo el
imperdonable hallazgo de desnudar lo que hay detrás de las fachadas. Y lo hago
desde la identidad guerrera real de los revolucionarios nacionales, gesto
imperdonable para quienes quieren apoderarse de mis modalidades expresivas por
saquéo.
Pero no están
acostumbrados a cuadros políticos tan completos como yo, realmente no se
esperaban este tremendo problema.
Suponer que alguien
como yo pueda depender de una mujer o de un sector político es incomprender mis
capacidades e ideas. Yo no dependo de nada ni de nadie, y lo que es más. Entre
las miles de personas que viven de mi trabajo no logran nunca componer la
colosal composición que yo genero de sólo expresarme.
Como todo Pueblo
Nación que es manipulado el argentino y la Argentina obran por reacción y no por creación y
cuando copian y plagian se pierden de la dirección técnica estratégica hacia
objetivos que no se cumplen precisamente porque intentan quedarse con lo que no
saben ni usar.
Así funcionan muchos
planos y marcos de insatisfacción y de frustración que crean a su vez círculos
viciosos de conducta que generan más obstrucciones y problemas que soluciones.
No obstante, al aislar
el itinerario de la ortodoxia dogmática se puede ver la estructura de la
pedantería generacional anterior y posterior que inconexamente redundan en
comenzar de cero lo ya andado al decir de Walsh, o peor todavía, se dedican a
copiar originalidades que ni siquiera comprenden porque no partieron de
hallazgos empíricamente andados. En el caso de unos por morir antes y en el de
otros por nacer muy tarde. Por decirlo de modo puntual y metafórico en doble
sentido aplicable.
Al desaprender y
deconstruír la moral dominante identificamos la irritación epidérmica y
epidémica.
“La costumbre nos teje, diariamente, una
telaraña en las pupilas. Poco a poco nos aprisiona la sintaxis, el diccionario,
y aunque los mosquitos vuelen tocando la corneta, carecemos del coraje de
llamarlos arcángeles.” Oliverio Girondo.
El Espantapájaros.
Autor: Ricardo
Garavito DNI 23.968798
Las partículas diminutas de un mundo
imperceptible nos pica cutáneamente la insensibilidad adquirida y nos
despertamos rascándonos las ronchas de la diaria realidad diminuta que emerge
entre nuestros poros. Y es entonces que comprendemos como autómatas que
aplastamos de aplausos constelaciones celestiales de fanáticos religiosos,
chupsangres que viven de nuestra biológica fe.
Ese vuelo circular de minúsculos ángeles
vampíricos demuestra que la letra también sale con sangre.
El 4 de Septiembre de
1768 nace Chateaubriand. El 4 de Septiembre de 1834 nace Gaspar Nuñez de Arce.
El 5 de Septiembre de 1905 nace Arthur Koestler y el 5 de Septiembre de 1914
nace Nicanor Parra.
“Ya que nosotros
mismos no somos más que seres (Como el Dios mismo no es otra cosa que Dios) Ya
que no hablamos para ser escuchados sino para que los demás hablen… Nicanor
Parra – Solo de Piano.
No sabremos exactamente qué nos recuerda cada
día que viene y que nos hace olvidar cada día que se va, pero los días van y
vienen y la vida se nos va con ellos. Prendo un cigarrillo, una mujer está
desnuda a mi lado, ella duerme la braza del tabaco no. Todo el humo está lleno
de ideas que espectralmente ocupan el aire del ambiente que se mezcla con el
humo de un incienso que vuelve más amable el aroma del lugar, la mirra y el
tabaco rubio se llevan bien. Somos los que ya no creemos en ningún medio de comunicación,
especialmente no creemos en la inocencia de ningún medio de comunicación ni de
ningún partido político.
Finalmente hemos
nacido.
Melina duerme y yo
siempre despierto. Melina se acurruca y abraza uno de mis brazos, lo apresa
entre sus senos. Y yo aun despierto. La vecina de Melina me observa cada vez
que pasa por la ventana y yo fumo y pienso todas estas palabras. Pienso en
darme un baño caliente. Pienso en la inutilidad de la muerte y en lo
innecesario de la vida como dos partes que se llevan mutuamente bien en su
estúpido aburrimiento de lugar común. Y como en el ying y el yang pienso que lo
que hace inútil a la muerte es la eternidad de lo genial y de la belleza, y en
que lo que hace inútil a la vida es la vulgaridad de lo pedestre y chato, de lo
monótono y redundante, lo falto de vuelo.
En mi país vivo
censurado, como quien representa un peligro insuperable para las mentes de
mosquito.
Yo tuve alguna vez un
amigo que me traicionó, al cual llamé Ángel Mosquito. Premonición anticipatoria
de todos y cada uno de los amigos que alguna vez tuve y me traicionaron.
Siempre he preferido amar mujeres infieles que haber apreciado a compañeros que
nos traicionan.
Estos pensamientos me
navegan y se hunden en mi memoria y vuelven a emerger. Lo que uno más extraña
de la lealtad es al compañerismo. Porque la palabra compañeros erradica todos
los vicios de la Burguesía
y de la oligarquía a través de la fraternidad inexpugnable y revolucionaria.
A la gente no le
gustan las historias reales, por eso les recomiendo que no me lean.
Frases como: “No es un
policía, es toda la fuerza corrupta, implica a la vez, no es un solo juez o un
solo funcionario, es todo el sistema corrupto”. Esa clase de frases disgustan
al pequeño-burgués mental que habita al pelotudo ilustrado promedio que en
argentina vota.
Me gusta mi soledad de
caminante nocturno, un día Polosecki y yo estaremos juntos en algún subterráneo
que viaja en una cinta de Moebius de almas pasajeras del panteón de la
contracultura underground.
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