La ventana estaba empañada, afuera había un
halo, una niebla tenue, una bruma, un rocío. El viento, en esa noche, parecía
una melodía macabra que imitaba el chillar de una hamaca vacía en las sombras y
a la vez era como un soplido del diablo saliendo de la comisura de los labios
de una boca de lobo. Esta barroca descripción no exagera un punto ni una coma.
No impone por la fuerza un adjetivo, ni tampoco elucubró una metáfora estética
para embellecer los hechos aterrando jóvenes mentes ingenuas, no, nada de eso
en absoluto. Es muy escueta y mesuradamente la descripción literal de la última
noche de invierno de este año, noche que se estampó en la ventana del living de
Delfina. Adentro, prendimos unas velas aromáticas que conseguí en la feria. En
la humedad del vidrio escribí con mi dedo más útil: Fuck you!
Delfina –Ricardo, es
una noche macabra.
Ricardo –Eso parece.
Delfina –¿Qué
pensamientos te provoca?
Ricardo –En principio
no creo que sea solamente el clima y la noche, sino una combinación de cosas.
Pero en la cabeza me estallan premoniciones pesadillesca, preocupaciones,
imágenes de gentes arrastradas por el bosque, enterradores. Por otro lado
pienso en cazar monstruos. Y pienso en –inevitablemente- en Albert Camus.
Delfina –Tu cabeza es
un laberinto de sorpresas corazón.
Ricardo –¿No es así
toda cabeza?
Delfina –En cierto
sentido sí pero vos no dormís casi nunca y siempre dormís poco, y tu
hiperactividad sumada al caudal y a la profundidad en ese caudal anuncia un
abismo abrumador.
Ricardo –Quien mira
dentro de un abismo debe saber que el abismo mirará en sí.
Delfina –¿Porqué
Camus?
Ricardo –Es que él
solía pensar que “No existe otro problema filosófico tan serio como el
existencial y dicho problema se resume en lo siguiente: Determinar si la vida
vale o no la pena de ser vivida”.
Delfina –¿Otro profeta
del suicidio?
Ricardo –No, en
absoluto, en realidad es mucho más complejo que eso, y hasta te diría que
podría ser todo lo contrario. Camus pensaba que cada respuesta a cada pregunta
como esa podía ser la última que diera su mente y si ser, y que por lo tanto,
la búsqueda de una razón para vivir es en cierto sentido entender qué somos y
que es lo que hacemos aquí en la vida y qué es la vida. Lógicamente, al darse
cuenta que encontrar una buena razón para vivir es a la vez encontrar una buena
razón para morir o para –incluso- matar, fue mutando hacia el absurdo como
forma de despragmatizar y desdogmatizar para no volverse un psicópata.
Desdramatizando, es decir, tomando seriamente la vida como un instante intenso
y final a cada instante, logra tomar seriamente en broma lo serio y en serio la
broma.
Delfina –Wouw, eso sí
fue profundo…O sea que era otro fanático de tu código del guerrero, de la senda
del guerrero, él, como vos, no se daba por vivo al caminar un campo minado pero
si salía con vida del campo minado se sentía finalmente vivo.
Ricardo –Amo que me
comprendas. Pero no es tan así. El se pregunta si la vida para ser vivida debe
tener un significado deduciendo él mismo que no y que de hecho se la vivirá
mejor si no lo tiene. Yo en cambio, encuentro en la vida un significado
profundamente amargo y dulce y considero que debe ser vivida épicamente, con el
ejemplo.
Delfina –Oh dicho de
otro modo, sos como Camus pero más radical todavía.
Ricardo –Quizás en
algunos aspectos.
Delfina –Y ¿porqué
crees que un tipo con tantas cualidades racionales como vos puede ser juzgado
por movimientos incoherentes e irracionales, que se contradicen todo el tiempo?
Ricardo –Porque jamás
se le requiere a nadie rendir un examen antes de cometer un exabrupto ¿entendés
preciosa?
Delfina –Entiendo
perfectamente. ¿Me darías un beso?
Ricardo –Delfina, ya
hablamos de esto.
Delfina –Por eso
mismo, siempre hablamos, nunca lo hacemos, salí del cuadro racional, ¿Me das un
beso a ver que siento?
Si vos no querés
hacelo por mí así me quito la intriga que tengo.
Ricardo –Pero y nos
hemos besado miles de veces y nunca pasó nada.
Delfina –Nos hemos
besado en joda, en chiste, como amigos, en fin, pero nunca me besas como a una
mujer. Y no es porque estabas de novio o porque salís con otras minas, sino
porque estás tan acostumbrado a tratarme como amiga que ya casi me tratas como
a una hermana.
Ricardo –Ok, te voy a
dar un beso y ni vos misma vas a sentir lo que sentís cuando besas a otro tipo,
hace tanto que somos amigos que ni siquiera te va a calentar, vas a ver.
Delfina –Dejá, no me
beses una mierda.
Ricardo –No te enojés
jejeje
Delfina –Yo te hablé
toda mi vida de los tipos con que salí y de mis dramas amorosos, vos de los
tuyos. Vos conocés todos los tipos con que salí y yo todas las minas con que
saliste. Pero nosotros nunca probamos nada.
Ricardo –De eso se
trata, de no arruinar una amistad.
Delfina –Dejate de
joder Ricardo, si vos no crees en la amistad entre un hombre y una mujer.
Ricardo –Precisamente
por eso no te beso. Para no perder la única amiga mujer que tengo. Y no me
salgas con el rollo de que no me parecés sexy o esas boludeces porque vos sabés
que estás buena. Y sabés que sí te considero linda.
Delfina –Sos un cagón,
sos re valiente para todo pero conmigo sos un cagón.
Ricardo –Puede ser
jeje
Delfina –Sí reíte
boludo.
Ricardo –jejeje bueno,
no puedo evitar reírme.
Delfina –Pelotudo.
No bien terminó la
frase me arrojó un almohadón, la abracé y forcejeamos entre histeriquéos. La
besé, nos quedamos mirándonos fijamente en silencio, sorprendidos.
Y le dije: Ahora sí
tengo miedo de besarte de vuelta.
Me alejé un poco. Ella
también. Cambiamos de tema, y volvimos a interponer temáticas que nos
distancien del momento anterior.
Delfina –Voy a
preparar unos mates.
Ricardo –Eso estaría
realmente bien porque es la última noche fría pero hace frío todavía.
Delfina –Si querés
adelantá tu laburo en la compu.
Ricardo –Josha, Alaha
jejeje
Delfina –Boludo…jejeje
En la mente de los y las asesinas, escribí en la computadora.
Y un borbotón de líneas de texto comenzaron a acomodarse como una enorme escalera al cielo. O alinfierno.
Mi trabajo es el más serio y profundo que la gente haya visto jamás, y yo camino en la noche en la que ellos tiemblan. Camino entre asesinos. Los olfateo y me olfatean, me temen y no les temo.
Parece otra metáfora, es literalmente cierto. Como una doble redundancia, como todo lo escrito con sangre y con memoria.
Debería hacer una maldita novela gráfica como Frank Miller hace, pero yo hago novela gráfica documental, cuento realidades.
Todo lo que es romántico dura, salvo cuando la macrisis impone la mishiadura. Efectivamente, volví a Balvanera a pasear entre guachas que nos menéan las caderas. Para no terminar con la sobriedad en que continúan los siguientes hechos.
Una canción para cada clase de mina, para cada papusa mushanguera, decíasé que se de-cía
Ya hablaremos de cómo es Rosa.
A fines de Octubre culmina una de las obras más importantes de la vida política y de su historia, de los últimos cien años. Y ojalá nadie salga corriendo.
Solamente crecen hacia arriba, aquellas y aquellos que han crecido primero hacia abajo.
Proverbio del bosque ancestral ;)
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