“Darling Death / shouted in his hear, / his ear made
to record / the least, the most finespun / of worm-cries and /
dragonfly-jubilations, / and with that courtesy he accorded / all clumsy red /
Death in green clothing / having traveled / by train ando n foot / ten thousand
kilometers to / this end, / and moving aside to givin him / a place at the
FIRE, the poet / made him welcome, asking / for news of home.” Denise Levertov
(César Vallejo)
Querida muerte, gritó en su oído, su oído hecho testigo, de lo
imperceptible...
Ricardo –El tipo
insistía en invadir cargosamente mi espacio físico íntimo, excediendo la brecha
de confianza, era saludado por la gente de una pizzería.
Delfina –¿Cual es la etimología de la palabra Haiku,
Richard?
Ricardo –El Haiku emerge inicialmente del chino
antiguo: b’ai: diversión; y ku: verso.
Delfina –¿Entonces no es japonés?
Ricardo –Te responderé diplomáticamente. Japón es a
China lo que Uruguay a Argentina. Es como el tema sobre qué nacionalidad tiene
Gardel por decirlo barrialmente y groseramente.
Delfina –Comprendo. Pero su desarrollo histórico tuvo
escuelas, precursores y modificadores ¿no?
Ricardo –De hecho sí. El Haiku como modalidad y
estética poética había vivido trescientos años antes de que Shiki (Masaoka
Noboro) intentara reelaborarlo, reformarlo. Su origen se remonta al HAIKAI,
ingeniosa modalidad de versos encadenados y entrelazados que adquirieron furor
popular en el siglo XVI al cual podríamos sin ruborizarnos llamar y demonominar
como padre gestor del llamado en el género musical RAP estético, armónico de
naturaleza, belleza y guerra como temática de identidad, de propuesta y de
protesta. Y los ritmicónicos sonoros de garganta del RAP tienen por padres a
una modalidad INUIT (indios esquimales) de canto, que coincide con el canto
japonés y chino, pero principalmente con la acentuación sonora japonesa.
No obstante, fue Matzuo Basö quien le dio la forma de
arte poética madura al Haiku que en la modalidad anterior poseía un fraseado
silábico del cual se dividían 17 sílabas, que es la parte del Haikai llamada
Hokku, yo he llegado a trabajar sobre 23 sílabas divididas en 7-9-7. De todos
modos, luego me pasé al cifrado y fraseo Fibonacci para la musicalidad poética,
armando una tabla de cuadros matemático-poéticos. Y seguí investigando
modalidades.
Delfina –A la mierda, que sos una enciclopedia
ambulante hijo de puta.
Ricardo –Es una de las temáticas de mi entera vida y
ligada a mis obras y creaciones, materia de filosofía propia y de investigación
de toda mi vida y parte de mis ensayos en textos de revisionismo histórico de
la cultura y el arte.
Delfina –Ya lo sé, pero de todos modos a veces todavía
me sorprende que vos cargues dentro tuyo todas esas vivencias y que otros desde
la chatura total sean llamados rokeros, raperos, mega estrellas y que les digan
que son distintos del arte y revolucionarios escénicos. Me causa dolor que te
hagan a vos lo que te hicieron. Me parece una injusticia atroz.
Ricardo –Las cosas son como son, no son como deseamos
que sean. Y en todo caso, el que así sea demuestra que en los medios solamente
suena gente amoldada al sistema, salvo muy reducidas excepciones. No se busca
la excelencia sino la decadencia.
Delfina –De todos modos es una reverenda bajeza e
hijaputez lo que te hicieron.
Ricardo –No sirve de mucho ese nudo de indignación en
el pecho, en la garganta, se convierte en úlcera, en arritmia, andá a saber
cómo somatiza la angustia o cómo canaliza la rabia si no la soltas en una
dirección constructiva reformulando la energía. A veces no queda otra que la
catársis y otras veces es mejor ante gente tan pedorra ser mejor que esa
escoria y esa lacra de personajes nefastos. No dejes que te angustie tanto,
burlate de ellos como me burlo yo. Vas a ver que eso te vuelve invencible y
feliz, hay más dignidad en seguir trabajando que en seguirse mortificando.
Ellos son ratas y animales carroñeros, nosotros no. Desahogarse está bien,
enfrentarlos cuando corresponde también, pero inteligentemente, sin dejar que
te sicotizen y psicopateen. Poniendo límites al espacio de intimidad física,
intelectual y afectiva en el marco de lo posible, de lo presente, y de lo
futuro por mucho pasado y futuro que hayan robado nosotros tenemos una ventaja,
nosotros sí somos quien somos, ellos son imitaciones nefastas y burdas,
pantomimas de cáscara sin contenido.
Nos abrazamos, miramos el techo abrazados, nos
dormimos abrazados. Ella y yo, abrazados bajo un techo pero en vuelo sin techo,
abrazados en el aire, en el espacio, en la noche que entre los dientes volcó su
saliva negra sobre esta hoja de papel de piel de luna. Porque siendo mujer y
hombre, queriéndonos a nuestro modo, aun somos sobre todo amigos, inseparables,
unidos por algunas verdades que nos encienden el alma. Y ninguna mentira nos va
a arrancar esa realidad del corazón, ni siquiera la muerte.
“En la foscor, hi havia dones sobre els Castells. /
Deien coses obscenes, amblement obscenes, d’una afalagadora obscenitat potser.
...” Vicent Andres Estelles Les coses.
En la oscuridad, había mujeres en los cordones.
Decían cosas obscenas, amablemente obscenas, de una
halagadora obscenidad tal vez.
Y fumaban. Recuerdas que, en la oscuridad, fumaban.
I fumaven, Recordes que, en la foscor, fumaven.
La calle Ribot tenía un viejo prestigio.
Cuando, entre la gente, estoy mudo y pensativo. Audiàs
March.
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