Sofía solía burlarse
de mí, o mejor dicho de cómo me saludaban otras mujeres, a veces me celaba,
otras veces se reía y me interpelaba: ¿Qué quiso decir esa mujer con eso de que
hace mucho que no tiene una cita con el General? Me pregunta Sofía. Y mientras
me pregunta otra me lanza: A ver cuando nos vemos con Perón.
Entonces le explico
que yo suelo hacer una broma sobre las sociedades sexualmente verticalistas y
que le digo el General Perón a mi pene. Entonces Sofía me dice: Te encamaste
con esas dos minas. Y yo le respondo: Creo que sí. ¿Por qué está mal?
Sofía –No, no sé si
está mal o bien, pero ¿No te parece raro tu modo de ser?
Yo –No, yo soy
dogmático, acá no hay anarquía ni troskismo feminista, es una democracia
antigolpista y sustentada por la amplia mayoría.
Sofía me pegó fuerte
en el brazo, pero sentí una caricia. Me reí y ella también se rió.
Llegamos al
departamento y estaba muy cansado, nos hicimos mimos un rato viendo un film de
Greenaway hasta que me dormí.
Otro día.
Una concepción del
derecho que debe ser esencialmente renovadora no se puede encontrar
íntegramente en ninguna doctrina preexistente (ni siquiera en la llamada
escuela positiva y, particularmente, en la doctrina de Ferri).
Inicié el pizarrón del
pasillo con esa frase de Nino Gramsci y debajo puse: Si usted adivina de quien
es esta frase le chupo la concha hasta que tenga un multiorgasmo.
Acto seguido me
encerré en mi cuarto a pintar al óleo, bebiendo vino tinto y fumando, y
escuchando jazz a todo volumen. Las horas se diluyeron, en la ventana ví bajar
y ascender al sol y volver a bajar, estuve un día y medio en trance pintando y
nada más que pintando, y también escribiendo frases en paredes y en hojas.
De pronto una llave
sonó en la puerta, unos tacos en el pasillo, y se abrió la puerta de mi cuarto,
era Sofía que entró diciendo: ¡Nino Gramsci!
Luego se levanto la
pollera y caminó hacia mí con sus interminables piernas que se detuvieron a los
costados de mi rostro que desde el piso miraba hacia arriba.
Me hizo reír tanto que
escupí una burbuja de vino y humo.
ACERCO Es adjetivo y
significa <<Cruel, amargo>>; no confundir con el nombre acervo
(<<montón>>).
autor: Ricardo Garavito DNI 23.968798
A: Evítense las
construcciones galicistas a motor, a vela, a reacción, etc.; dígase siempre de
motor, de vela, de reacción. De igual modo, deben evitarse los giros acto a
celebrar, decisión a tomar, asunto a resolver, etc.; escríbase que se ha de
celebrar, que se ha de tomar, que debe ser resuelto, etc.
A: Es también
incorrecto a tres meses de hacerse cargo de la empresa; dígase a los tres
meses.
ABOLICIÓN. Es el acto
de derogar un precepto o costumbre. Empléese, para otros significados,
supresión (<<La supresión de las cooperativas era evidente en seres que
de por sí nunca fueron solidarios en nada>>).
Sofía –¿Amor?
Soltó la palabra con
la cual se dirigió a mí mientras me movía el brazo y el pectoral como quien
intenta despertar a un muerto. Hasta que reaccioné.
Yo –Humm…¿Qué?
Sofía –Buen día.
Yo –¿Qué hora es?
Sofía –Las 4.30
Yo –¿Me estás
jodiendo?
Sofía –Todavía no,
pero podríamos.
Yo –¿Qué pasa corazón?
Sofía –Quiero que me
enseñes.
Yo -¿Qué te enseñe
qué?
Sofía –Cómo lo hacés.
Yo –Cómo hago ¿Qué?
Sofía –Cómo hacés para
escribir y pintar como escribís y como pintás.
Yo –Es todo cuestión
de respiración y de sincronización entre como se mueve el cuerpo en la hoja o
lienzo y de cómo se respira el ambiente y se lo exhala en la hoja, uno respira
y se concentra en un pensamiento y lo exhala en el lienzo o en el papel, es
como cuando se decide dónde colocar la pelota al patearla al arco. Se trata
todo de respiración, como en el sexo, como en la música, como en las artes
marciales y el boxeo y desde luego en la capacidad de observar a distancia y atravesando
lo superficial hasta la esencia misma del significado simbólico.
Sofía -¿Cómo puede ser
que hasta medio dormido estés hablando así?
Yo –Según Freud porque
me estás manoseando el pene. Jejejeje
Sofía –En serio.
Yo – Sí en serio.
Sofía –No, tarado, en
serio quiero que me muestres cómo hacerlo.
Yo –Ok, pero más
tarde.
Me volví a quedar
dormido, en una parte del mundo donde no hay luces ni dolor.
Desperté tres horas
más tarde. Fui a cepillar mis dientes y Sofía se estaba duchando.
Le mordí una nalga.
Gritó y se rió, me dio un beso y se manchó con crema dental, se volvió a reír.
Eran tiempos estúpida
y profundamente felices, de esos que luego se vuelven terriblemente dolorosos
al no estar.
Yo le había dado mi
palabra y ella me recordaba siempre que cuando yo daba mi plabra siempre
cumplía.
b) Separa oraciones completas íntimamente
relacionadas y de cierta extensión (porque, si fueran cortas, se separarían con
comas):
Hay infinidad de personajes paródicos
involuntarios que creen ser y hacer escrituras y pinturas artísticas: mercenarios
que persiguen lo que consideran que es éxito halagando los patéticos gustos
públicos que son gustos infundados ya que son gustos prestados impuestos por el
mercado de moralización; subjetividades tremendamente inducidas y cooptadas que
reproducen el consumo patológico de ansiedades drogodependientes; carecen de
criterio y de gusto y le llaman a su adicción percepción artística y objetiva;
desterraron la belleza haciendo prefabricaciones estéticas comerciales y
consumen mutuamente el falaz elogio de millones de personas que se imitan e
imitan precariamente lo ya antes de ellos nacer descubierto; hay mercachifles
que padecen del intento de imponer su búsqueda de aceptación como una forma de
expresión; hay también quienes intentan impone su gusto como forma de mirar y
de entender al mundo con el lamentable hecho de que aquello que llaman su
particular gusto es a la vez pensamiento inducido y prestado por los intereses
creados en diferentes escalas de pericia, de exigencia y de virtuosismo; y por
último estamos los que nos cagamos en los gustos públicos, la aceptación y la
supuesta objetividad y hacemos lo que hacemos porque dejar de hacerlo sería
dejar de respirar o de coger, que es exactamente lo mismo Sofía.
Dejé el apunte sobre
el pizarrón del pasillo donde dejo notas y dibujos que hago.
Y puse una posdata:
¿Querés escribir y pintar bien? Amá hasta que se te parta el corazón, cojé
hasta que te arda la cien y bebé hasta que recuerdes qué es lo que más te duele
y querés olvidar, sufrí, disfrutá, jugá, lastimate, aprendé a curarte, no te
aturdas todo el tiempo, buscá momentos de contemplación y soledad, defendé la
verdad hasta las últimas consecuencias, la verdad que te late en el alma y en
los ovarios, que palpita en tu hígado y tu clítoris, que se derrama de tus
labios y tus pupilas y entonces estarás escribiendo y pintando.
Sofía -¿Por qué creés
que te convertiste en tan buen amante?
Yo –Debido a la Tesis de Meltzer.
Sofía -¿Qué significa
eso?
Yo –Básicamente que
estás somatizando la idealización de tu deseo fálico y tu complejo de electra
entonces garchas con alguien que te representa todos los tabúes con los cuales
enfrentar a tu familia y a través de la simbolización tu venganza te libera de
la educación represiva y entonces gemís como una marrana y gozas como una
puerca porque soy un delincuente según los cánones morales de tu familia bien
constituída n el sueño hegemónico eclesial ;) jejeje
Sofía –A la mierda, no
creí que ibas a ser tan específico jejejejeje espero seguir somatizando.
Yo –jejeje ¿ves?
Sofía -¿Qué?
Yo –Tan gorila no sos,
ahí te salió tu anima peronista jejeje
Sofía -¿cómo es eso?
Yo –Y sí, vos también
sos incorregible jejeje. Todos somos peronistas Sofía, es que no todos saben
serlo, pero en un modo u otro todos somos peronistas. Jejeje
Bueno, y ahora me voy
a sacar a Perón al balcón y a echarme un meo y vuelvo.
Sofía me pega con una
almohada y me lanza un: ¡Pelotudo!
Mientras se ríe.
Y yo le digo: Sí, pero
un pelotudo zurdo y peronista.
Y desde el baño seguí
gritando sarcásticamente: “El camino erógeno de la mujer no es simple Sofía,
especialmente en una cultura falocéntrica como l nuestra Sofía. Cultura que
intensifica la natural envidia de la niña respecto de los genitales masculinos
y facilita su alienación en un ideal de sexualidad que la aleja de su
femeinidad para convertirla en una bolsa de bebés en chancletas. Un día lo vas
a comprender y vas a querer incendiar al mundo. Eso sí, cuando empieces a
arrojar molotovs por ahí acordate que yo sólo fui un pasajero, allá entre tus
cerros. ;)
Sofía –¿Es otra ironía
culturosa?
Yo –No corazón,
lamentablemente es bastante cierto.
Le besé la frente y la
abracé fuerte como quien sostiene a una paloma herida arropándola ante un mundo
bestial. Y pensé inconscientemente: “Soy el calorro que te arropa, pero toda
paloma que cojo, vuela con la pata coja.”
Luego me enredé en su
cabello literalmente envenenado del aroma de su pelo y de su piel.
Es uno de los
instantes más nítidamente perfectos de toda mi vida y ni siquiera me doy
cuenta. Lo intuyo, lo valoro como tal, pero no lo asumo, no lo pierdo, lo dejo
suceder, lo dejo ser, lo dejo existir y lo dejo alejarse, pero para no irse
nunca.
De pronto salgo
corriendo entro al cuarto con un cuadro y unos pinceles, corriendo como un
loco, y le grito a Sofía: No te muevas, quedate quieta, tengo que pintarte.
Sofía -¿Cuánto me vas
a pagar?
Yo –Te cocinaré por un
año, seré tu chef y te voy a enseñar a escribir y a pintar.
Sofía –Y en “especias”
jeje
Yo –Sí en “especias”
también jeje. Por favor no muevas una uña, es perfecta la luz que te da,
perfecta la sobra, perfecto como la sábana solamente te enrosca una pierna y la
cintura, pero no te cubre ni el vientre ni los senos. No te muevas por nada del
mundo.
Dibujé con lápiz
carbonilla y comencé los primeros trazos de pincel encima, una vez logradas las
zonas de luz y sobra y la posición de la figura humana, le dije podés descansar
ahora en un toque, pero dame un segundo, le saqué una foto con el celular. Y
luego dije ya está, luego lo termino. Debo dejar que seque lo que va hasta ahí.
Ella se levantó y se
arropó con la sábana y se quedo mirando el cuadro sin terminar.
Pasaron unos minutos,
unas lágrimas le recorrieron las mejillas y vino y se abrazó a mí muy fuerte,
como una paloma buscando refugio.
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