Siempre he tenido calma incluso entre las balas pero dicho de otro modo ,)
Los Mithos de TuCulu
por H.P. LoverKas (Hijoe Puta LoverKas)
Analia Cachetes, la
reina raba del bajomundo generaba tenta culos con su perreo, muchos
tentaciones. Y sustentaculares rabas restregaba por el bajomundo en su reino
del Terror.
Ya en el Negronomicom
(libro de los culos zombies) ya había yo hablado de su poder.
Los Doce Dioses del
Olimpo o La Cámapa
del Poder supremo de la Corte.
Ejecutivo, Legislativo
y Judicial.
Autor: Ricardo
Garavito DNI 23.968798
Afrodita/Venus: Es una
de mis ex novias, celosa cuando se trata de mí. Es la Diosa del Amor. Arrodila a
cualquier hombre, semidios y hasta a Dioses se rinden a sus piés. Se dice que
la luna irradia todo su poder de fuego y que en el mismo se bañaba Cleopatra.
Nacida de la espuma
del mar de Chipre fecundado el mar por los genitales del Cielo/Úrano, arrojado
ahí por su hijo Crono/Saturno después de haberlo castrado. Afrodita es la
amante de la sonrisa, trenzadora de engaños. Hay mujeres que han duplicado su
identidad haciéndose pasar por ella y fueron por algún tiempo beneficiadas por
el ejercicio de tal engaño.
Durante el juicio de
Paris, ni la majestuosidad de la diosa Hera ni la belicosidad de Atenea
pudieron frente a su seductora belleza. Fue protectora de Paris, de Troya y
después del héroe latino Eneas, el hijo de Anquises y fundador simbólico de
Roma. Es también el símbolo de la fecundidad en la naturaleza vegetal y animal.
La lasciva paloma es su ave. Su hijo es Eros –el latino Cupido- Caprichoso
flechero de dos dardos: uno para los amores felices y para los desgraciados el
otro.
Apolo: Dios de la luz,
hijo de Zeus y de Latona, nació en la brillante, errática isla de Delos. Se
estableció y asentó en el santuario de Delfos, tras haber dado muerte a la
serpiente Pitón, y estableció allí su principal oráculo como dios de la
adivinación y la mántica. Es también el dios de la música, de la medicina y de
la poesía y como tal preside el coro de las nueve Musas, coronadas de violetas,
que viven en el monte Helicón. Su más famoso precepto fue una sensata
recomendación psicológica: “Conócete a ti mismo”.
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