Sofía me lanzó una bofetada que frené con una
mano. Y comenzó a forcejear conmigo.
La bese en el cuello
mientras luchaba conmigo, me tiraba manos y enredaba su brazos a los míos
dejándola de espaldas a mí e indefensa.
De la nada vino todo
su estallido de ánimo, ella me decía que a suelte que me devolvería mi camisa y
yo le besaba el cuello y la oreja.
Finalmente la solté y
me lanzó otra bofetada, esta vez la dejé que me impacte y la miraba fijo sin
decir nada.
Sofía -¡¿Qué, me vas a
pegar?!
Me dijo en tono
desafiante.
Yo – Jamás le pego a
una mujer salvo que sea una sicaria entrenada enviada para matarme y que no me
quede otra opción debido a contextos de acción y este no es el caso.
Sofía se sacó la
camisa y la arrojó en mi rostro.
Yo – Ahora estás en
concha y en tetas, completamente en bolas, ¿Me vas a iniciar una marcha de
protesta contra el machismo o comemos los omelettes que cociné y tomamos un
poco de jugo y café juntos?
Sofía – Pelotudo.
Yo – Señor pelotudo
que estoy un poco más grande que vos.
Me reí.
Sofía – Sos un
imbécil.
Yo – Yo también te
quiero mucho.
Sofía – Tarado.
Yo – Sólo cuando bebo
mucho.
Sofía - ¿Sólo cuando
bebés mucho me querés?
Yo – No. Sólo cuando
bebo mucho quedo un poco tarado.
Se fue a la habitación volvió con un jardinero de jean que solamente
le tapaba los pezones y que le quedaba grande porque también es mío, y con el
cual se le veía la cintura y el comienzo de la raya del culo de modo muy sexy.
Caminó hasta mí, tomó
un pedazo de pan tostado y lo mojó en el omelette que yo preparaba sabiendo que
me fastidia que desarme lo que cocino antes de que termine de cocinarlo, me dio
un beso, y se metió el bocado en la boca sentándose de vuelta en el banquito
alto al otro lado de la mesa desplegable y se sirvió café.
Sofía - ¿Vos crees que
las mujeres en algunas cosas somos todas iguales?
Yo – No, lo que creo
es que muchas mujeres se esfuerzan por encajar en modelos snobs que coordinan
sus libertades y conductas bajo dogmatismo dentro de los cuales el feminismo y
el feminismo de escrache y punitivista, que son el mismo, ya forman parte del
sistema de diferencia de poder y son brazo político fácil para cualquier abuso
de poder. Sirve para encubrir bajo excusas –algunas veces- interesadas
persecuciones políticas y como todo en la vida sirve para hacer el bien o el
mal. Como no está regulado del modo en que se arbitran sobre otras fuerzas,
como es un movimiento que no posee contralores internos, se presta a
convertirse en totalitarismo, pero sería difícil explicarte a qué me refiero
sin ponerte ejemplos que son extensos y que no podría dar en el desayuno tardío
que estamos tomando.
Sofía - ¿Por qué
hablas pausada y tranquilamente cuando todos gritan y se exasperan?
Yo – Porque conozco
los temores humanos, y sé que cuando se incendia un edificio arrojar agua es
más importante que gritar que alguien debe hacer algo. Y porque conozco los
argumentos que plantean balazos y cuchillos y he visto ante ellos a muchos
atemorizados renunciar a todas sus convicciones. Jeje.
Sofía – Te crees
invencible.
Yo – Todo lo
contrario, te estoy diciendo que cualquiera puede ser vencido pero también te
reconozco que quien me enfrente deberá estar dispuesto a dar lo mismo que yo.
Sofía - ¿Y qué es eso
que se supone que das que otros no son capaces de dar?
Yo – Yo jamás entro en
una pelea con vida. No acepto una pelea pensando en proteger algo que ya doy
por hecho que no tengo. Pero cuando la pelea termina salgo con vida.
Al menos por ahora. Un
día no será así.
Sofía – No le temes a
la muerte.
Yo – Conozco millones
de cosas más terribles que la muerte. Por ejemplo gente que pasa su entera vida
sin vivirla por temor a la muerte jejeje
Sofía – Pero acabas de
decir que vos vivís muerto.
Yo – No es exactamente
lo que dije, dije que cuando peleo no me apego a mi vida. Y entonces mis
energías no se distraen con algo que no puedo perder porque ya doy por perdido.
Esa filosofía a mí me hace vivir intensamente todo sin que me lo distorsiones
el temor.
Sofía - ¿Creés que hay
un modo de plantear un feminismo sólido, no demagógico y que tenga un peso
cohesionado de ideas antisistémicas?
Yo – Depende de cómo
trabajan la institucionalización de una ideología que atraviesa todo movimiento
social donde haya mujeres dado que hay sectores que nunca fueron
institucionalizados desde su identidad cuando su identidad incluso se riñe con
los demás feminismos. Ahí hay una batalla sobre cual es la moralidad e como
vivir el placer que tiene una doble discursividad pidiendo libertad para una
percepción y castigo para otra percepción, en tanto esté así planteado será
otra demagogia del sistema y será persecutorio y no será entonces
antisistémico.
Sofía – La puta que te
parió, quiero que me garche ahora.
Yo – Ese es un buen
ejemplo de lo que digo, a la moral que juzga le va a saltar a la cabeza que tu
modo expresivo implica un hacedor y una parte pasiva en vez de entender el
lenguaje de tu deseo y del mío como una relación no forzada, la entienden como
una relación forzada por cánones hegemónicos, si continúan por esa vía van a
llegar un día a la cirugía sexual como forma de regulación de la hegemonía
genética.
No pude continuar
hablando porque nos pusimos a garchar en la mesa.
Las anotaciones de los
días y las noches pasadas con Sofía tienen una cadencia en crescendo…
Y en este caso cobra otro sentido el siguiente tema. El sistema alquiló una rana tibia y haragana yo no me moría de ganas de matarla, por el contrario, pero se ve que el sistema sí. Ahora los asesinos me tienen miedo. ¿Por qué será que siempre me tienen miedo? ;)
Desconozco el color de las casualidades pero conozco el color de las intenciones ;)
Vaya y pregunte usted si cree en las casualidades jejeje
¿Porqué el sentido polisémico del lenguaje tiene marginalidad estatal? jejejeje
que buena pregunta. Lo cual me parece llamativo y muy buitre ;)
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