La pez en bicicleta extiende
su programación a través de una estafa lograda por ambición y su demagogia es
obvia
Por eso hablan de sida
Estafas, engaños y
mentiras que se multiplican.
Se reúnen como bloque iluminado, en un mérito
de pertenencia de clase que disimula cómo se elige a quienes llegan pero que
básicamente creen ser el despliegue de fuerzas intelectuales muy capacitadas.
Pero este relato insistente que redunda en lugares comunes de tópicos que
representan la falacia demagógica de los planteos partidarios feministas que
provienen de partidos que no componen en absoluto planas electorales donde se
pueda decir que el ideario y la acción estratégica coincidan con la ideología partidaria.
Es una hipocresía, pero en estos tiempos es
políticamente correcto. Se considera lenguaje ameno el que incluye el
repertorio de gansadas y demagogias que la hipersensibilidad unilateral y
jurídica a conveniencia neo-psicoanalítica del Estado más bélico del planeta,
el feminismo snob que requiere de millones de petrodólares ensangrentados ha
venido a quedarse como el propio Pro al cual tanto le aportó Diana Maffía. No
es fácil ser de ultraderecha y no poderlo disimular desde algún ejercicio de
complejidad retórica que aporte un marco inglés a las sociedades modernizadas
por esta clase de feminismo que es el mismo que voltea mujeres y niños a
bombazos en todo el planeta. Pero escarbar en el conocer no es bueno porque el
enterarse de que trata y de dónde y de quienes vienen cada una de las cosas y
cuando y para qué llegan, todas cosas que no es bueno saber sobre el inmaculado
movimiento multimillonario.
Lo correcto es lo
correcto, lo snob es correcto siempre, es indiscutible y el que no sea feminista
en los términos planteados corporativamente está fuera de onda, no entiende
nada, es un bruto machista que no es lo suficientemente ambiguo o gay para
comprender que es la hora de la mujer con pija o sin pija pero de la mujer a
ultranza. Y claramente es hora de la transa, de la transa y de Carrio, y de
Vidal y de Patricia Bullrich, es la hora de la mujer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario