Sentimientos
Melina –Te voy a
preguntar algo que te quitaron entre todos, te han caricaturizado a golpe de
martirios, donde te deshumanizaron, yo no puedo devolverte lo que la censura,
la difamación, el agravio, la corrupción y la traición te han quitado pero lo
que sí puedo hacer es no dar continuidad a la censura deshumanizante, entonces,
donde otras y otros ponen respuestas que vos tenes derecho legítimo a dar, yo
te pregunto lo siguiente: ¿Qué sentís y qué sentías antes de que traumaticen tu
sentir y qué sentís cuando no hay intromisión en tu sentir?
Ricardo –Uy, estuviste
bien, qué difícil. Los sentimientos que eran al respecto de algo natural están
alterados por ser atravesados por violencias que los desfiguran. Antes sentía
sin cuidado, suelto de precauciones, en libertad las pasiones no son deformadas
y mi pasión siempre ha sido por la ética y la belleza, o por la belleza real,
la que para mí es verdadera, la belleza ética.
Melina –Perdón, te
hago una interrupción pero no olvides lo que me ibas a decir, ¿entonces vos
crees que existe una belleza ética y otra no ética?
Ricardo –Desde luego,
sin una ética de la estética no podríamos diferenciar poesía de violación.
Melina –Rebobinemos
eso, porque tu frase es impactante, es la frase más feministamente altruista
que oí jamás en mi vida de boca de un varón, blanco y heterosexual. ¿Cómo es
eso?
Ricardo –La poesía es
la caricia deseada y llega desde la seducción artística, la poesía es el
simbolismo de una sexualidad compartida en una coincidencia estética por la
belleza de los gestos, de las formas, de los modos, no hace poesía en la cama
el o la que es más flaca o más alta o más baja o más negra o más blanca, o el
que es más musculoso, menos canoso, no, es una habilidad ligada a la manera de
percibir un sueño compartido en el hacer algo juntos que curiosamente es
apasionante de hacer para dos personas que sintonizan una misma ética del
placer.
Melina –Me estás
“rompiendo la cabeza”.
Ricardo –Suele doler
menos que el corazón ¿NO?
Melina –Jejejeje
Ricardo –Sentir siento
muchas cosas, pero no las puedo decir todas. Ahí tenes, ¿Cuántas veces
encontramos personas que, sin padecer la persecución censora y el arbitraje de
juicios sobre mi sentir vigilado, de todos modos recurren a esa expresión?:
“Siento muchas cosas, pero, no las puedo decir…” ¿Hay otro que mira y que juzga
lo que sentimos y lo que debemos sentir incluso cuando el sentir entre una o
dos personas no es materia de derecho de opinión de terceros? Siento que el
feminismo es una policía de los sentires privados que quiere regular y
condicionar el voto político-ideológico al controlar ideologías que atraviesa
boicoteándolas porque su cúpula no deja de vertir un totalitarismo que es el
más fascista que jamás he visto en mi entera vida. Realmente, Hitler, Mussolini,
Franco, Stalin, Videla, Sharon, Bush, y muchos tiranos más, no habían logrado
algo que cierto feminismo ha logrado que es que todo sector político quede
controlado en su sentir por una policía del sentir. Todos esos dictadores te
hacían atrocidades de toda índole pero el feminismo logra en democracia ejercer
un aparato de dominación y de control ideológico que antes, solamente lograban
las dictaduras. Esa es o ese es el peor lado del movimiento feminista, yo
podría hablar del mejor lado del movimiento feminista pero no si primero omito
el peor lado. Suena alarmante lo que digo pero los hechos son contundentes.
Melina –Es bastante
fuerte tu visión pero la comprendo. Y en especial luego de todo lo que te han
hecho.
Ricardo –Entonces
todas los sentimientos que antes eran hermosos, todo lo que yo sentía hacia las
mujeres como cuando las pensé libres e independientes de directivas y de
patotas del sentir regulado, terminó por dejar de existir porque le llaman
sororidad a algo que en realidad no es sororidad sino que es avalar el
considerar al hombre un enemigo a vencer y/o a tener de aliado siempre y cuando
acepte la dominación femenina. Yo que no acepto la dominación imperialista no
voy a aceptar que me imperialicen el sentimiento individual, el de individuo
libre. Es una bajeza plagada de fealdades la cometida por la retórica que
empuñan y un embuste estrafalario que comete un relicario de falsarios donde
apelan a toda clase de violencias organizadas para luego decir que enfrentan a
la dominación masculina, pero cuando vos mirás bien detenidamente quienes hemos
padecido sus artimañas organizadas ¿vos ves realmente que estén enfrentando a
la dominación masculina? Con sinceridad te pregunto.
Melina –No, la verdad
que yo no veo que vos encarnes en absolutamente nada a la dominación masculina,
sí, puedo dar fe de tu masculinidad que para colmo es completamente altruísta y
no tiene mucho que ver con el machismo retórico. Sos varón y sos definidamente
heterosexual pero de millones de hombres que a mí se me ocurriría considerar
enemigos de la mujer en general en la reputísima vida se me ocurriría que vos
te acerques ni remotamente a ese esteriotipo retórico que ellas citan y que
vale la pena señalar, en los medios y partidos algunas de ellas hicieron mucha
fuerza por caricaturizarte para que entres en los cánones que les garanticen a
ellas la justificación para recurrir a acciones en tu contra que revisadas una
por una son acciones interesadas.
Ricardo –Yo siento que
hoy en día está prohibido sentir, y sin embargo siento. Mi sentir puede no
gustar a la policía del sentir, pero, en todo caso, no es de incumbencia de las
sororas policíacas del sentir ni -por ejemplo Melina- lo que sienta yo por vos
o lo que sientas vos por mí.
Melina –Desde luego,
yo no le permito a ningún varón y a ninguna mujer que venga a regular mis
sentimientos, y si corporativamente me vienen a hablar en tu contra o a
intentar controlar mi relación con vos, de mi vida privada las caco cagando,
que es el mayor homenaje que el puedo hacer a Evita, a Simone De Beauvoir y
Anaís Nin entre cientos de miles de mujeres que muchas feministas toman como
modelo feminista.
Ricardo-Bueno,
entonces, tan errado no estoy.
Melina –Yo jamás
consideré que estabas errado. ¿Qué sentís ideológicamente hablando?
Ricardo –Siento
apasionadamente en cada fibra de mi ser, de mi latir, de mi respirar, en cada
gota de sudor y cada milímetro de mi sangre que soy el último hijo con vida de
una clase de peronismo extinto, el peronismo de izquierda, el traicionado. Pero
yo encarno a la vez una evolución histórica, donde abuelos anarquistas, y ex
compañeras socialistas fueron parte de mis más profundos afectos y pasiones.
Claro que contar las mutaciones de cada una de esas personas no los sitúa en un
lugar estático de la política, en mi familia ha habido de todo, gente de
Hipólito Irigoyen, gente de Perón, y también fascistas. Lo que ocurre es que yo
me hice independiente e independizado de todos ellos y que mi historia personal
tiene una joven militancia estudiantil en el MAS, otra previamente en el
Anarquismo y también otra en época más madura en el peronismo.
Siento que hay
banderas que flamean simbolismos pero que no están sostenidas por ideas
concretas sino por hombres y mujeres que no tiene ni la más remota idea de
quien soy en realidad y mucho menos de cuantas cosas que ellos dicen ser ellos
no son ellos en absoluto.
Melina –¿Quién te
gustaría que gane las elecciones?
Ricardo –Una idea.
Melina –¿Cómo es eso?
Ricardo –Una idea que
haya obligación de ejercer. Una idea que contenga los principio sociales que
nos convoquen a vivir una vida solidaria, respetuosa de la privacidad del otro,
y honesta. Una idea donde aprendamos a amar y a cuidar lo nuestro y a ser
anfitriones ejemplares que le demuestren a cada extranjero que recibamos de
brazos abiertos que aquí no pueden venir a faltar el respeto a nadie y que por
eso tampoco se les faltará el respeto a ellos. Quiero que gane una idea, que
ganen los que antes de ganar se hayan conducido por los lineamientos éticos de
dicha idea. Quiero que gane una idea que nos una a todos en una convivencia
porque las ideas son indestructibles cuando lo que por ellas sentimos no muere,
pero los hombre, en cambio, los hombres son fáciles de matar, las ideas no.
La patria es el orto!!!
La patria es el orto!!!
Que van metiendo el zarpazo... jejeje
Pero pronto enfrentaremos a la oligarquía censira ;)
Aquí abajo está el futuro intelectual profundo de la sociedad, veamos al futuro que es presente para ver como es nomás. ¿A ver a ver gara Bat?
Yo felizmente me llamo Ricardo, seguramente que si me llamase Matías también sería homosexual, por suerte en eso zafé .
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