jueves, 12 de diciembre de 2019

Hay un feminismo que pretende impugnar éste y otros muchos debates de fondo y por ende es enemigo ideológico, soy claro en ello


La promesa del placer, la amenaza del dolor
Autor Ricardo Garavito DNI 23.968798

  La bestia completa, entera, la monstruosa maquinaria, el mecanismo metálico y de papel impreso que es el Capitalismo se sostiene en dos columnas, dos piernas que lo hacen caminar y que son: La promesa del placer como premio a la conducta económica-cultural-moral y la amenaza del dolor como castigo a la existencia que no pueda ejercer la conducta económica-cultural-moral pretendida por los intereses creados. Entonces la conducta económico-moral y cultural dominante la instalan generalmente los dueños y los que se adueñaron de las cosas que lógicamente terminan erigiéndose en dueños de los tiempos de las gentes en las que instalan costumbres por acostumramientos de premio y castigo, así es como sucede que: “la principal arma del opresor es la mente de las y los oprimidos”.

  Millones de revistas, miles de canales de televisión, cientos de periódicos, centenares de diales radiales, millones de canales de Internet, colosales números de discos, de películas de obras teatrales nos dicen todo el tiempo cómo debemos vivir el tiempo, qué debemos hacer, qué debemos pensar, qué debemos sentir, ese conjunto total, totalizador y totalizante se llama industria. Por otro lado, en cierto modo, lejos de los lugares colonizados por el cemento, hay una naturaleza similar a nuestra naturaleza ancestral que como el propio cuerpo humano y nuestras células nos dicen muchas veces otras cosas diferentes a las que nos dice el monstruo. El cuerpo humano solicita para vivir fuerte y saludable cuatro macronutrientes, esa información que el capitalismo toma de la naturaleza y la convierte en una alimentación pensada como comercio te forma conceptos erróneos sobre lo que es un derecho legítimo de la humanidad históricamente. La evidencia más colosal de que nos mienten es que nadie ha puesto un Mc Donald para Leones o una ranchería para perros siberianos, debido a que no se le puede a ningún animal cobrar por existir y por responder  sus instintos naturales dado que ser es ser lo que se es.





 Cada palabra que yo escriba o diga puede ser mi última palabra…



  Esta palabra podría ser la última que escriba implica que mi responsabilidad en su uso me expondrá a unos dilemas que pueden decantar en la exigencia legítima de una precisión y excelencia por las verdades relevantes y por la búsqueda de la verdad propia. Las verdades universales legítimas serán aquellas que ante el rigor científico y lógico emanen del empirismo técnico. Y las propias de la experiencia sincera y crítica personal. Yo moriré tarde o temprano, por consiguiente el tiempo que tengo es especulativo y fortuito, puede ser un día un año o muchos años, pero a la vez puede ser una hora o un minuto. Me organizaré entonces así:

1 Que mis convicciones me empujen al debate.
2 Que mis dudas me impulsen a la investigación.
3 Que mis experiencias maticen mis métodos.

  Hoy descubrí que soy el hombre más valiente que conozco. Me atrevo a pensar revolucionariamente y a vivir en consecuencia. Me da temor mi audacia y descuento que no seré comprendido por las generaciones contemporáneas a mí. Cada quien comprenderá aquello que tenga el coraje de entender. No es una sofisticación con la cual incurro en un narcisismo ni tampoco un refugio egomaníaco, es una realidad involuntaria. No la elegí, no lo decidí así, pero es lo que es. Soy un hombre peligroso que tiene la capacidad de enfrentar peligros. Soy peligroso para los intereses creados y constantemente enfrento peligros de los cuales puedo llegar a salvar a futuras generaciones. Me tienen miedo porque no les tengo miedo.

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